San Miguel, jefe principal de la milicia celestial, toma posesión de mi, represéntame, protégeme, defiéndeme, bajo tu mando quedo. ¿Quién como Dios?
A ti, jefe principal, me entrego, desde hoy ya te pertenezco `por nuestra propia voluntad hasta la eternidad. ¡San Miguel, entra y poséeme!
(Rociar con agua bendita y despues rezar la coronilla)
Este hogar lo consagramos a San Miguel Arcangel, y a los coros angélicos, de parte de parte de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y Maria Santísima.
San Miguel, jefe principal de la milicia celestial, toma posesión de este hogar, represéntalo, protégelo, defiéndelo, bajo tu mando quedo. ¿Quién como Dios?
A ti, jefe principal, te entregamos este hogar, desde hoy ya te pertenece por nuestra propia voluntad hasta la eternidad. ¡San Miguel, entra y posee esta casa!
(Rociar con agua bendita y despues rezar la coronilla)